sábado, 26 de julio de 2014

LO DEFENDEMOS Y DEFENDEREMOS! El General de la Policía en Barahona no es súperman, menos máquina, para ser causa principal de un problema que tiene raíces múltiples


Por Mayobanex De Jesús Laurens  
mayobanexlaurens@hotmail.com
BARAHONA.-De nuevo el simplismo de buscar la causa principal de todos los males en el que dirige como cabeza, sin profundizar en los entes causantes del problema, acumulados por años, que se venía advirtiendo y que ahora es un detonante en todo el país, amenazando con ser una epidemia de inseguridad nacional incontrolable.


Acaso es Báez Aybar el culpable de tener una Policía sin equipos, sin logística de transporte, sin personal capacitado, sin medios especializados de combates a la delincuencia, sin un plan de recursos e inversiones en la Dirección Regional Sur tendente a reducir la delincuencia.


Acaso es Báez Aybar la persona que debe asumir la responsabilidad de tener un alto nivel de desempleos en los barrios de Barahona, en sus municipios y distritos de la provincia, que es el mayor incentivo para que la juventud se vea compelida a realizar atracos, asaltos e incursionar en puntos de drogas para tener un medio de sustento que conmina a generar violencia.


Acaso es Báez Aybar el culpable de una Policía con niveles salariales paupérrimos, que obliga a sus agentes a tenerlos casi obligados a realizar sus labores, pues el problema de ellos en sus hogares y familias es latente y no pueden esperar un mes para cobrar miseria que se queda en los prestamistas usureros.


Acaso es Báez Aybar el causante de una Policía que combate a los delincuentes, investiga, los apresa, y luego interviene un Poder Judicial con las bondades de un Código Procesal Penal que facilita a unos abogados dispuestos a ganarse unos honorarios, no importa a quiénes estén defendiendo, pero que en días los devuelven a las calles a que sigan con sus fechorías.


Acaso es Báes Aybar el motivo principal de que a los deportados que cumplen condenas en Estados Unidos no se les dé ningún tipo de seguimiento estatal como medio de control, dejando que esos individuos se organicen y conformen empresas del mal que operan en todo el país y que de violencia saben cómo hacerla explosiva.


Acaso es Báez Aybar la persona responsable de que la venta y consumo de drogas esté en niveles alarmantes, con un bombardeo de cocaína y marihuana en nuestras costas y traídas por otros medios, que han incentivado un mercado en el país, incluido nuestra provincia, siendo un factor determinante en los niveles de violencia que se vienen generando.


Es acaso Báez Aybar quien debe hacer las inversiones que se requieran en las comunidades, para incentivar las prácticas de deportes, artes, educación, producción y empleos, evitando con ello que nuestros jóvenes incursionen en las drogas y delincuencia.


Es acaso Báez Aybar quien determina las continuas horas de apagones eléctricos nocturnos, que permiten mayores niveles de delincuencia en nuestros barrios.


El análisis simplista, mediático, oportunista, deseoso de hacer daño a una persona, siempre estará presente en muchos corazones y mentes humanas en una nación y en el mundo.


Máximo Báez Aybar, está dando respuestas inmediatas a los hechos violentos, atracos y asaltos que se vienen produciendo. Con todas las carencias de una Policía obsoleta, sin recursos, ni tecnologías, pero con las mejores intenciones y el mayor deseo de servirle a Barahona y a su patria.


Ese hombre está trabajando, tiene un identificación con nuestra provincia y la región, accede a participar en todas las actividades sociales, es un ente de solución de conflictos, aporta ideas valiosas, informa oportunamente a los medios de comunicaciones de todo cuanto se hace en la Policía local, baja duro cuando se requiere, obra por las reglas cuando las condiciones se imponen.


Báez Aybar, actúa en labor de equipo. No es un súper héroe…es humano, responsable, honesto, firme, coherente y hombre de altos valores cívicos, morales, religiosos y muy altruista, pero sin temblarle el pulso cuando se requiere manos duras.