En las elecciones, el gasto sube en beneficio de los “fieles”.
Tomado de Diario Libre/Foto de archivo externa
SANTO DOMINGO. República
Dominicana debe evitar ciertos escenarios, si quiere mantener la
sostenibilidad fiscal de su deuda pública consolidada. Elementos fatales
de esos escenarios son un déficit del sector eléctrico superior al
esperado, que se estima en torno al 0.5% del PIB, o que el Gobierno se
encuentre ante la imposibilidad de reducir el gasto corriente, como es
el de la nómina pública y del subsidio eléctrico. De suceder, “habría
una tendencia marcadamente ascendente de la deuda pública”, explica un
informe del Banco Mundial (BM).
Además, como resultado de la
tasa de endeudamiento externo superior al interno, que se viene
observando desde el año 2008, el país ha quedado seriamente expuesto a
los riesgos de choque externos.
Esto significa que en el
“improbable caso” de un choque externo de tasa de cambio, que resulta en
una depreciación del peso de 30%, para finales de 2015, la relación de
la deuda-PIB se dispararía en cerca de diez puntos porcentuales en solo
un año, “lo que constituiría una severa carga para las finanzas
públicas”, estiman un grupo de economistas del BM.
Estas conclusiones son resultado
del estudio “República Dominicana: necesidad de espacio fiscal y mejora
en el uso de los recursos públicos”, realizado por un grupo de
economistas contratados por el Banco Mundial, y liderados por Blanca
Moreno-Dodson.
La deuda consolidada del sector
público se estimó en 41.7% del PIB a diciembre de 2012, “y podría estar
alcanzando niveles de aproximadamente 45% del PIB en 2013”, dicen. Pero
los datos de Crédito Público (Ministerio de Hacienda) y del Banco
Central apuntan a que a julio de 2014, la deuda pública consolidada
representa el 51% del PIB (38.9% para el sector público no financiero, y
12.1% del PIB que corresponde a los valores en circulación del Banco
Central).
En el informe del BM, publicado
en marzo de 2014, pero desconocido para la prensa, los economistas
consideraron que para entonces, aun la senda deuda-PIB era sostenible,
pero llamaban la atención al Gobierno para que prestara atención a otros
ratios, y mencionan específicamente al del servicio de la deuda sobre
el total de los ingresos tributarios, que estimaron que en 2014
alcanzaría el 45.3% del PIB.
Asimismo, destacan un estudio de
Jiménez y Ovalle, del 2013, en la que se estima en 56.7% “el umbral
máximo” de la relación deuda-PIB “que los inversionistas considerarían
sostenible para la República Dominicana en 2013”.
Un “extendido clientelismo”
El “extendido clientelismo”
provoca que los proyectos de inversión pública en infraestructura sean
priorizados sobre el gasto en bienes públicos, ya que “pueden con
frecuencia ser utilizados para recompensar a (miembros) fieles del
partido y a contribuyentes” citan de un informe del Banco Mundial del
2004. En el contexto de las elecciones presidenciales de 2012, el gasto
de capital se incrementó a 5.8% del PIB, desde el 3.6% del PIB en 2011.
Si se repite en 2016, estiman que la deuda crecerá en 2 puntos
porcentuales del PIB.