12/10/2007/Publicado en El Nuevo Diario
Un 17 de octubre, un gran barahonero nos dejó
Por Mayobanex De Jesús Laurens
Su contribución a la sociedad
barahonera es inmensa. Formó parte de todos los consejos de
administración de las instituciones sin fines de lucros de la provincia,
cuya presencia era el aval para que las mismas sean bien administradas y
se destacaran.
Junto a un grupo de notables de
la época gestionaron un centro universitario para Barahona. Gracias a
ese esfuerzo nace el Centro Universitario Regional del Suroeste-CURSO.
El Patronato Nacional de Ciegos estuvo entre las instituciones que,
gracias a su entrega y sacrificio, logró conseguirle múltiples aportes
realizados por personalidades e instituciones. Sus contribuciones
siempre se hacían sentir, pues nunca escatimó esfuerzo para socorrer a
las entidades que requerían su ayuda.
El Centro de Rehabilitación, el
Cuerpo de Bomberos, la Banda de Música, la Defensa Civil, la Cruz Roja,
entre otras instituciones de carácter social formaban parte de su vida.
Su agenda detrás del escritorio de su oficina le servía para anotar
todas las actividades en que debía participar a diario. El Club Rotario,
Cobo Club, Club de Leones, fueron lugar de encuentros de su trajinar en
pos de hacer cada vez más amigos y contribuir con el fortalecimiento de
cada una de esas instituciones.
Su profesión le permitió
dedicarse al oficio de farmacéutico, instalando un negocio de esta
naturaleza en la calle Jaime Mota, esquina María Montez. Aquí levantó su
familia junto a su esposa.
Era hombre de unas relaciones
humanas extraordinarias. De vasta cultura. La lectura era su hobby
favorito. En su biblioteca personal no faltaba un clásico. Me hablaba
con insistencia de cada uno de ellos. Tenía un profundo dominio de la
gramática. Conversaba leyéndote los labios y corregía de inmediato
cualquier palabra mal pronunciada. Muchos fueron los escritores de la
provincia y la región que lo utilizaban como corrector de estilo, debido
a su agudeza gramatical. Cada obra de Don Negro Suero pasaba primero
por su revisión.
Gustaba de la política. Militó
en el Movimiento 14 de Junio y fue perseguido por la Tiranía. Crítico de
la época del oscurantismo de los 12 Años de Balaguer. Defensor del
gobierno de los 7 meses y de los principios bochistas. Muy a pesar de su
simpatía partidaria, ayudaba en colaboración a todas las organizaciones
políticas que le solicitaban su colaboración. Sin duda un gran munícipe
y un extraordinario barahonero.
El 7 de octubre del año 2002
dijo adiós. La banda de música acompañaban a los bomberos en el
recorrido hacia su morada final. Su querida UASD lo acogió en el Campus I
del CURSO, del cual fue fundador y miembro permanente de su Patronato.
Toda su familia y la comunidad barahonera hoy le recuerda. Doña
Milquella sigue sintiendo la pérdida irreparable, pero revive sus
virtudes. Sus hijos les dan el aliento para sobreponerse y continuar al
frente de la farmacia y la familia. Toñito, Selma, Carmen, Rafael,
Karel, guardan el orgullo de haber tenido un gran padre y un ser sin
igual. Siempre te recordaremos, Don Antonio Méndez, gran hombre de bien.
Autor: Mayobanex De Jesús Laurens