Ivelisse Santos/Tomado de El Caribe
La laguna es también el hábitat de más de 100 mil ejemplares de patos que llegan en octubre de cada año para pasar el invierno.
La Laguna de Cabral o Rincón es el humedal más grande de agua dulce de República Dominicana. La Laguna de Cabral o Rincón es el humedal más grande de agua dulce de República Dominicana. (Edward Roustand)
En República Dominicana el
turismo se basa principalmente en playas y hoteles todo incluido, pero
también existen otras propuestas que incluyen cultura, montaña y
aventuras. Gracias a la diversidad turística que posee el país, el
vacacionista, tanto nacional como internacional, tiene la oportunidad de
descubrir interesantes puntos con mucho que ofrecer.
Una de las provincias que está
poniendo todo su empeño para explotar su turismo es Barahona, el destino
turístico considerado con más biodiversidad de toda República
Dominicana. Es una zona privilegiada del Caribe con una amplia gama de
atractivos, que permiten apreciar en todo su esplendor la naturaleza y
sus paisajes.
Como parte del plan de creación y
desarrollo de nuevas zonas turísticas en el país, la provincia Barahona
ha asumido la responsabilidad de convertirse en uno de los principales
polos turísticos, con propuestas que se inclinan no solo al turismo de
playa, sino también al ecoturismo. Desde hoteles ecológicos, playas,
restaurantes, ríos, montañas hasta lagunas, es parte de lo que ofrece
este destino.
Gracias a una invitación del
Clúster de Barahona, la Federación Dominicana de Vela y la empresa
Turenlaces, empresas que recientemente celebraron la Regata
Barahona-Palito Seco 2014, descubrimos que un punto interesante a
visitar en este destino sureño es la Laguna de Cabral o Rincón, un
humedal de importancia internacional, reconocido por la Convención
Ramsar, ubicado en la parte oriental del valle de Neiba, entre las
comunidades de Cabral, Peñón, Cristóbal y La Lista.
Es una experiencia única.
Guiados por Raffy Alcántara Urbáez, presidente de la Asociación de Guías
Turísticos de la laguna, constatamos que Laguna de Cabral posee
atributos naturales insuperables por ecosistemas o ambientes similares
en la República Dominicana. Posee una profundidad de unos cuatro metros y
hace honor a su categoría de conservación: aquí cientos de aves nativas
y migrantes se dan cita durante determinadas épocas del año con el
objetivo de reproducirse, alimentarse y luego alzar vuelo hacia otros
ambientes vecinos. Es un área muy importante para las poblaciones de
aves acuáticas endémicas y migratorias como son los patos y algunas
gallinas de agua. Allí se han reportado 75 especies de aves, entre las
que se encuentran el flamenco, la cuchareta, el pato criollo, el gallito
prieto y la garza pechiblanco. Junto a las aves, camarones, peces,
patos, jicoteas y una gran variedad de moluscos encabezan la lista de
especies marinas que habitan en la laguna. Toda esta riqueza biológica
se complementa con elementos culturales, históricos y la gran belleza de
sus paisajes, dándole al área un enorme potencial para la recreación,
la educación y el ecoturismo.
A orillas de la laguna se
observa una gran vegetación acuática o semiacuática: loto, lila de agua,
hierba de jicotea, hierba de cotorra son algunas de las especies que se
pueden apreciar.
La Laguna de Cabral está
relacionada con el desarrollo histórico de la región Sur de la República
Dominicana, pues los primeros pobladores, que tenían como medio de vida
y sustentación la pesca para la comercialización del pescado, se
aprovecharon de sus aguas para sobrevivir y establecerse en el área.
Actualmente, cientos de personas se ganan la vida comercializando las especies de peces que abundan en ella, sobre todo la denominada tilapia.
La laguna se puede navegar, pero
en compañía de los guías de la comunidad, quienes tramitan el permiso
correspondiente para el paseo, que recorrerá parte de los 65 kilómetros
cuadrados de extensión que posee. El recorrido, en bote, es muy seguro,
se exige el uso de chaleco salvavidas, el cual es proporcionado por los
guías turísticos. Para la visita, se recomienda llevar repelentes de
insectos, ya que por ser una laguna, en sus alrededores suele haber
mosquitos; también bloqueador solar, gorra y lentes de sol. No puede
faltar la cámara fotográfica.
Área protegida
Un administrador, un supervisor y siete guardaparques, además
de un capitán de lancha y cinco militares forman parte del personal que
protege la laguna. Cuentan con botes de fibra de vidrio con un motor
fuera de borda que sirve para el patrullaje en la misma y para ofrecer
recorridos por la laguna a los turistas que la visitan.
La Laguna de Rincón funciona como una presa. Se llena en tiempos de tormentas y aguaceros con las aguas del río Yaque del Sur. Estas aguas se usan en la parte oriental de la provincia Independencia para regar las tierras de Duvergé, Colonia Mixta y Mella, donde llega por el canal Cristóbal.