domingo, 1 de febrero de 2015

ANALISIS DE CESAR MEDINA! La reelección y el silencio de Danilo



La reelección y el silencio de Danilo
La Constitución es el único obstáculo que tiene Medina para postularse nuevamente en el 2016.


César Medina Especial para Listín Diario Panamá
El presidente Danilo Medina tuvo que “hablar chino” con sus colegas de la región, con quienes departió por dos días en la cumbre de la CELAC celebrada esta semana en Costa Rica, para poder explicarles el fenómeno constitucional dominicano que le impide seguir por otro período en el poder a pesar de ser el mandatario de mayor aceptación popular de América Latina.

La escasez de liderazgos sólidos en el esquema democrático– al margen del llamado “nuevo socialismo” que impuso el difunto Hugo Chávez y para el que la reelección indefinida es pan comido–, hace pensar a los presidentes de la región que el modelo electoral norteamericano es un referente para tomar en cuenta.

Se plantea que a los presidentes se les garantice la opción de ir a una repostulación presidencial y si pierde no puede presentarse jamás a unas elecciones ni siquiera a un cargo menor, y si gana, el retiro es obligatorio al cumplirse el período de gobierno para el que fue elegido por segunda vez.

Otros presidentes se plantean la posibilidad de imponer normas legales en sus respectivos países para que un candidato que pierda dos candidaturas presidenciales seguidas no pueda optar por una tercera en procura de dar mayores oportunidades a las generaciones emergentes de los partidos políticos latinoamericanos.

Otras alternativas son prolongar el período presidencial a seis o cinco años, como prevalece en México y en Panamá, en ese mismo orden, y prohibir la reelección para siempre, al mejor estilo mexicano, o aceptarla después de dos períodos intermedios, como en la nación istmeña.
La presión de Danilo… En los actuales momentos, y como nunca antes, el presidente Medina recibe presión de diversos sectores para que proponga una modificación constitucional que le permitiría presentarse a la reelección el 15 de mayo del dieciséis, bajo el compromiso de que la misma reforma establezca un transitorio que especifique que sería su segundo y último mandato presidencial.

Medina no ha dicho nada sobre tales peticiones, y aunque varios de sus colegas presidentes en la cumbre de la CELAC le cuestionaron al respecto, no soltó prendas y a lo sumo llegó a decir que se trataría de un proceso difícil sobre el que muchas fuerzas políticas contradictorias tendrían que ponerse de acuerdo para hacer posible la reforma constitucional.

El pasado miércoles, el mismo día que viajó a la cumbre de Costa Rica, centenares de seguidores del Presidente se manifestaron frente al Congreso Nacional en apoyo a una reforma constitucional que establezca la reelección, y en el Senado se entregó formalmente una propuesta con ese fin que fue recibida por el senador peledeista Rafael Calderón.

Previamente, el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, César Pina Toribio, emitió una declaración que repercutió en las más altas instancias del gobierno, en el sentido de que se había hecho tarde para hacer posible una reforma constitucional para reelegir a Medina.

Tal afirmación fue rechazada por dos figuras de la cercanía estrecha del Presidente, José Ramón Peralta y Gonzalo Castillo, ministros Administrativo y de Obras Públicas, respectivamente, quienes consideraron que “tiempo hay de sobra” para reelegir a Danilo.

La controversia adquirió otro carácter con la declaración del cardenal Nicolás López Rodríguez, quien estima improcedente que la Constitución sea modificada para favorecer coyunturalmente la reelección de Medina.

¡…Y apareció Margarita! Para colmo de males, justo cuando se despedía el jueves en la tarde de sus colegas en Costa Rica, Danilo recibió la noticia de que la vicepresidenta Margarita Cedeño quiso entramparlo en su vieja promesa de que al término del actual mandato regresaba a casa sin pretender reelegirse, disfrazando la frase en una retórica entendible hasta para el más lerdo de los mortales: “(…) El Presidente y yo estamos aquí para trabajar a favor del pueblo dominicano y trabajaremos siempre con ahínco, con responsabilidad, con toda la honestidad que nos caracteriza, y sobre todo cumpliendo siempre todas las promesas que hemos hecho”. Sus declaraciones fueron “improvisadas” al ser cuestionada por los periodistas durante un acto oficial en Palacio en su condición de encargada del Poder Ejecutivo en ausencia del Presidente… Pero es obvio que cada palabra había sido pensada– tal vez hasta ensayada–, al tratarse de una funcionaria timorata en extremo para dar declaraciones a la prensa. ¿A qué se refería la Vicepresidente al señalar que ella y Danilo Medina están (…) “sobre todo cumpliendo siempre las promesas que hemos hecho…”?

A buen entendedor… El contexto en que la vicepresidenta Cedeño dio esas declaraciones no dejan duda de que se refería a la promesa hecha por el presidente Medina de que no intentaría la reelección presidencial y que se retiraría a su casa al vencer el actual mandato… Su inclusión fue inteligente, pero innecesaria porque la puso en evidencia.

Ella no ha prometido no reelegirse en la Vicepresidencia ya que esa facultad correspondería al Presidente que escoge a su compañero de fórmula, además de que es el argumento de los dirigentes peledeistas que propugnan por la candidatura de Leonel Fernández, como al parecer es su caso al abandonar causa propia.

Margarita sabía muy bien que sus declaraciones sobre un tema tan espinoso, regularmente vedado para un segundo al mando bien avenido con el Presidente, traería vientos de cola porque en el momento en que las produjo estaba consciente que al ponerse de pechuguita ante los periodistas le tocarían el tema de la reelección de Danilo. Es evidente que la respuesta estaba bien pensada… Y también la pregunta.

De lo contrario, ni una ni otra se habrían producido en ese contexto, en especial porque el presidente Medina se encontraba fuera del país y siempre en esos casos los vicepresidentes al quedar encargados del Ejecutivo se manejan con extrema prudencia y jamás tocan públicamente temas tan cáusticos y controversiales.
Una sonrisa que cautiva al más indiferente….

La doctora Cedeño y su cautivante y eterna sonrisa están entre los favoritos a suceder a Danilo en el poder a juzgar por todas las mediciones sobre preferencias políticas hechas en los últimos años, y su aceptación sólo cae en algunos escenarios por debajo de su marido.

Ella no ha descendido significativamente después que llegó a la Vicepresidencia, a pesar de que ha estado a la sombra de un Presidente que se ha mantenido con una popularidad sobre el 80 por ciento de aceptación.

La declaración inoportuna de Margarita sobre una reelección cada vez más lejos y casi imposible no hace más que enturbiar las relaciones “llevaderas” que ha mantenido con Danilo en casi 30 meses que llevan ambos en el gobierno. Su salida irónica sobre un tema tan etéreo no aporta nada al proceso, aunque sí resta mucho a la relación respetuosa entre los dos primeros cargos del gobierno…