Noticiario Barahona reproduce este trabajo publicado en su edicción correspondiente al 1 de septiembre de 2010:
Por Juan Francisco Matos y David Ramírez
Tomado de Noticiario Barahona
BARAHONA.
A Raúl Tavares nunca le pasó por su mente que de raso del Ejército
Nacional, pobre, chofer, tractorista y vendedor de leche, años más tarde
se convertiría en la persona más poderosa e influyente de la provincia
de Barahona.
Esta
riqueza acumulada en pocos años, fue producto de las bancas ilegales de
rifas que instaló en todo el país en combinación con los números de los
sorteos de la Lotería Nacional "La Caraquita" de Venezuela y otra de
Puerto Rico.
Raúl
Tavares nació en Vicente Noble, el 10 de agosto de 1937, hijo de una
señora llamada Águeda y Ramón Tavares, oriundo del Cibao, quien desde
muy joven se instaló en el Batey Cinco del ingenio Barahona.
Raúl
Tavares se alistó al Ejército en 1955, de donde salió por tener una
discusión con un superior y regresó a Vicente Noble donde vivía su
progenitora. Luego se fue hacia Batey Cinco, donde residía su padre.
Allí manejó un jeep Land Robert, siendo nombrado luego como tractorista
del ingenio Barahona con sede en Batey Seis, donde estuvo hasta 1967,
año en que se trasladó a Barahona.
Según
explicó Mártires Vargas, primo de Raúl, este hombre emprendedor, por
medio de la señora Josefa Matos, madre de un abogado conocido como
Dominguito, con el pequeño capital que trajo de la zona cañera compró la
casa de la calle Uruguay, número 113, donde se instaló y se dedicó a la
venta de leche, negocio en el que fue prosperando. Ya había sido
militar, chofer y tractorista.
Fue un banquero emprendedor, pero pésimo administrador
Luego
Raúl Tavares se lanza a la rifa de “aguante” con los números de la
Lotería Nacional en una banca que instala en su casa, negocio que inició
a finales de la década del 60. Poco a poco el negocio comienza a
prosperar, por lo que decide extenderlo hasta los municipios de Paraíso,
Enriquillo, la zona cañera, incluso llevándolo a Pedernales y otras
provincias del Sur, luego a la Capital hasta abarcar casi todo el país.
A
mediados de la década de los setenta, comenzó a rifar en combinación
con "La Caraquita" de Venezuela y una Lotería de Puerto Rico. Se
recuerda que ya para la década del 80, Raúl Tavares era muy rico debido a
los cuantiosos recursos que le dejaba el negocio ilegal de bancas de
lotería, además se le consideraba el ciudadano de mayor influencia
política, militar, policial y social en toda la provincia de Barahona.
Mártires
Vargas dice que Raúl llegó a tener en nómina unos dos mil empleados en
toda la nación, de sus negocios de apuestas de loterías también
dependían indirectamente miles de personas pobres. Se recuerda por
aquella época que la gente ya no le decía rifero a Raúl Tavares, sino
empresario de bancas de lotería por la cantidad millonaria de dinero que
manejaba su negocio. Fue una empresa tan poderosa económicamente que
muchos decían que era la segunda en importancia en Barahona, después del
ingenio.
Dice
Vargas, que Raúl siendo militar estuvo en 1959 en la zona de Constanza,
cuando la invasión del 14 de Junio de ese año, pero que no sabe con
precisión si esté entre en combate, porque fue un secreto que nunca dijo
a nadie.
Se
cuenta también que Raúl y Juan Bosch eran compadres que se visitaban
con frecuencia en sus casas. Explica Mártires Vargas que Bosch le
escribía muchas cartas, algunas de las cuales este nos enseñó, que
tenían bonitas letras y sin faltas ortográficas.
Raúl
Tavares, por su honradez y empeño en su negocio se llegó a ganar el
aprecio de sus clientes. Era muy bueno con los números, pero pésimo
administrador y nunca se auxilió de un contable para mantener a flote su
negocio.
Fue un filántropo influyente en Barahona
Raúl
Tavares fue muy conocido por su filantropía con los más necesitados de
Barahona, muchos jóvenes de aquella época soñaban con trabajar a su lado
por sus altos salarios y remuneraciones por servicios. Muchos de los
profesionales de hoy, estudiaron con recursos que Raúl les suministraba
en las universidades Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Central del
Este (UCS), de San Pedro de Macorís.
Uno
de los casos de filantropía más conocido en Barahona de Raúl Tavares,
fue cuando el Ciclón David. En aquella época su casa sirvió de refugio
por varios meses a los damnificados de este fenómeno atmosférico, a cada
uno de los cuales le dotó de colchones y alimentación gratuita.
Cuando
era Día de Reyes, cientos de personas, con sus hijos en brazos, de
todos los rincones de la provincia amanecían frente en su residencia a
la espera de los regalos que Raúl Tavares repartía entre ellas. También
los 24 de Diciembre la casa se llenaba no solo de gente pobre, sino de
altas personalidades que iban en busca de su "Nochebuena".
Era
un personaje muy influyente, tanto que empresarios, políticos,
militares como miembros de la Iglesia Católica de Barahona de aquella
época, se apersonaban a su residencia en busca de consejos o favores
Malas inversiones y el engaño de algunos familiares, amigos y trabajadores acabaron con su fortuna
El
descalabro de Raúl, según familiares y amigos, comenzó cuando Fulgencio
Espinal fue designado por el presidente Antonio Guzmán como
administrador de la Lotería Nacional. En esa época la venta de billetes y
quinielas comenzó a mermar grandemente, lo que motivó la protesta de
las asociaciones de billeteros y Quinielas de la Capital y del interior
del país.
Esto
motivó que Espinal junto al entonces Procurador General de la República
Antonio Rosario, desataran una cacería contra las bancas y trabajadores
de Raúl en todo el país. Además, desde la Lotería se daban “orejas”
sobre los números que iban a salir los domingos. Con cuyo método se
asestaron grandes y duros golpes al negocio de Raúl Tavares.
Adonis
Ramírez recuerda que el último golpe a su tío se lo propinó Fulgencio
Espinal con un billete terminal diez (10). Esto fue terrible, ya que el
banquero para pagar a los jugadores tuvo que embargar y vender algunas
propiedades, lo que le permitió un pequeño alivio, pero ya las heridas
eran muy profundas, o sea, casi de muerte.
A
Raúl todavía le quedaba algún respetado capital, pero debido a las
orejas que se daban desde la Lotería todos los domingos, ya estaba
indeciso, no sabía si continuar o dejar el negocio.
También
muchos comerciantes que quebraron en sus negocios tomaron grandes
préstamos a Raúl para levantarlo de nuevo, varios de los cuales nunca le
devolvieron el dinero. Algunos de sus trabajadores quedaron con mucho
dinero de Raúl a base de trucos y engaños, debido a que en esa época no
había computadoras ni otros instrumentos que le permitieran al banquero
tener un control absoluto del negocio, lo que significa que todo estaba
"manga por hombro". En tanto que otros se quedaron con propiedades de
Raúl, incluyendo algunos familiares.
Quiso ser un Aristóteles Onassis y termino empeñando lo poco que le quedó de su fortuna
Sucedió en ese entonces que los militares de Haití derrocaron al presidente Jean-Bertrand Aristide.
Esto
fue aprovechado por Raúl para comprar un barco con toda la tripulación
en cuya transacción invirtió casi tres millones de pesos, que según se
ha dicho, era el capital que le quedaba. El sueño de Raúl era emular a
Aristóteles Onassis, el famoso armador de barcos griego que se hizo
millonario con un barco. Lo que fue un sueño, acabó por hundirlo
definitivamente.
Este
barco nunca pudo navegar porque lo que Raúl adquirió fue una chatarra,
la cual estuvo anclada en el puerto de Haina todo el tiempo. Su costo y
manteniendo lo llevaron a empeñar la mayoría de sus bienes a bancos e
instituciones financieras. Algunos de esos bienes fueron salvados por
parientes cercanos.
Raúl se las sabías todas
Para
mantener su empresa bancaria clandestina, Raúl compró altos oficiales
de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, así como funcionarios
judiciales y de la Lotería Nacional No obstante. cometió varios errores,
siendo uno de ellos el haber confiado demasiado en algunos de sus
familiares, trabajadores, colaboradores cercanos, trabajadores, amigos,
entre ortas personas, y no haberse auxiliado de un contable que de vez
en cuando pasara balance al negocio.
Fue un Don Juan del amor
En
cuanto a las mujeres, Raúl fue un verdadero Don Juan del amor, ya que
en su época de gloria llegó a tener muchas amantes en Barahona y otros
puntos del país.
En
1980 Raúl fue herido de bala en el cuello lo que le impidió hablar con
normalidad y mover su cabeza de un lado a otro, en un incidente ocurrido
en el parque de Los Multifamiliares de Villa Estela con el abogado
Virgilio Féliz, sobre el cual hay varias versiones.
Mientras
unos dicen que fue porque el abogado no le realizó un trabajo judicial y
quería que le pagara el dinero, otros señalan que fue por un lío de
falda. Años después, este abogado fue asesinado a puñaladas en la
capital a mano, supuestamente de un cliente, cosa que nunca fue
confirmada por sus parientes.
La casa de la calle Uruguay
Tras
la muerte de Raúl, esta vivienda quedó completamente abandonada y en la
actualidad presenta un avanzado estado de deterioro. Últimamente se upo
que la casa estaba en una litis familiar, pero que uno de sus trece
hijos que tuvo con diferentes mujeres, se comprometió a hacerse cargo de
ella para remozarla y a dar la parte de dinero que corresponde a cada
uno de los vástagos de Raúl
Murió pobre y solo
Raúl
Tavares estuvo padeciendo de problemas con los riñones (insuficiencia
renal avanzada), por espacio de diez años en secreto, sin cantárselo a
su familia, la cual al enterarse, comenzó a proporcionarle los
tratamientos recomendados por los nefrólogos.
En los últimos años de su vida recibía tratamiento por su enfermedad, por lo cual tenía que dializarse semanalmente.
Raúl
murió en la pobreza y casi en la soledad a la edad de 60 años el 31 de
agosto de 1997, siendo sepultado en el Cementerio Cristo Redentor de la
Capital
En
su entierro brillaron por su ausencia los políticos, funcionarios,
militares y miembros de la Iglesia Católica que tanto ayudó en su
momento de gloria.
Hoy
nadie en Barahona ni siquiera menciona el nombre de Raúl Tavares, en
especial aquellos que le robaron, engañaron, que recibieran grandes
prebendas, que se hicieron profesionales con el dinero de éste. Algunos
de sus familiares, que lo abandonaron en su enfermedad, ni siquiera se
acuerdan de él.
Esta
historia debe servir de ejemplo a aquellas personas que surgen de la
nada y se hacen de algún dinero a base de sacrificios, para que no lo
derrochen y se cuiden de algunos familiares y amigos, así como de los
lambones y tumbapolvo.
La historia enseña una gran lección: Deben tener el cuidado que no tuvo Raúl Tavares en vida.
Nota: la casa en cuestión fue totalmente demolida, quedando allí solamente el solar donde esta estaba edificada.
POR JUAN FRANCISCO MATOS Y DAVID RAMÍREZ