Tomado de El Nuevo Diario
Washington,
21 oct (EFE).- El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump,
dijo hoy en un mitin en Fletcher (Carolina del Norte) que se va a
gastar en estas elecciones 100 millones de dólares de su propio dinero,
pese a que sigue por detrás de las cifras de gasto de su rival, Hillary
Clinton.
Trump
habló hoy frente a sus seguidores en el estado clave de Carolina del
Norte y les pidió que salgan ya a votar, aprovechando la posibilidad de
depositar el voto de manera temprana, y le elijan para ocupar la Casa
Blanca porque, aseguró: "¿Qué tienen que perder? Yo voy a arreglar las
cosas".
El
candidato republicano, que se encuentra por detrás de su rival
demócrata en las encuestas, dijo que la Casa Blanca está gestionada "por
un montón de bebés; por un montón de perdedores" y volvió a recordar su
experiencia empresarial como uno de sus fuertes.
En
este sentido, aseguró que va a cerrar esta campaña gastándose 100
millones de dólares de su propio dinero, algo que, dijo, demuestra que
no está siendo influenciado por grupos de interés, como ocurre en
Washington.
Trump
prometió si llega a la Casa Blanca "drenar la ciénaga" de Washington y
propuso una reforma que incluirá la prohibición de que funcionarios
públicos puedan trabajar en grupos de cabildeo durante cinco años y una
enmienda constitucional para limitar los mandatos en el Congreso.
La
campaña de Trump gastó en septiembre 70 millones de dólares (no de su
propio bolsillo), recaudó 54,7 millones de dólares (solo 2 millones de
su propio dinero) y disponía a final de ese mes 34,8 millones de dólares
en efectivo, según datos de la Comisión Electoral Federal.
Por
su parte, la campaña de Clinton disponía al final del mes de cerca de
60 millones en efectivo, había gastado más de 82 millones y recaudado
cerca de 74 millones.
La
recta final de la campaña es la que concentra una gran parte de los
gastos para movilizar a los votantes más fieles y cambiar la opinión de
los indecisos, especialmente en los estados clave.
Trump
tiene la dificultad añadida de que el Partido Republicano ha decidido
centrarse en salvar las plazas del Senado que están en juego en las
elecciones generales y no dar prioridad a la carrera por la Casa Blanca,
vistos los datos de intención de voto. EFE